jueves, 19 de noviembre de 2009

Habilidades para la vida.


Habilidades para la vida se relaciona con el concepto de competencia psicosocial, es decir,”la habilidad de una persona para enfrentarse exitosamente a las exigencias y desafíos de la vida diaria”. Las destrezas psicosociales permiten a las personas transformar conocimientos, actitudes y valores habilidades, es decir saber que hacer y como hacerlo. Además, hay que tener en cuenta que la motivación y la capacidad para comportarse en forma saludable también se relacionan con el apoyo social y los factores culturales y ambientales.

Son habilidades personales, interpersonales y físicas que permiten a las personas controlar y dirigir sus vidas, desarrollando la capacidad para vivir en su entorno y lograr que éste cambie. Las habilidades para la vida tienen que ver con la competencia social, es decir con la capacidad que tiene la persona para enfrentarse con éxito, a las exigencias y desafíos de la vida diaria, actuar de una manera pertinente negociando con el entorno social y afrontando las complejidades de la vida. La educación en habilidades busca el empoderamiento de las personas a partir del fortalecimiento de su competencia psicosocial. Esta requiere información, actitudes adecuadas, cualidades, valores y habilidades psicosociales. Así, ante un determinado problema como puede ser dejar de fumar, el valor que se debe tomar como referencia es tener una vida saludable, la actitud es la autoestima y como habilidades psicosociales son precisas la asertividad y el pensamiento crítico analizando los mensajes que llegan, para tomar la decisión y saber manejar el mundo de las emociones y los sentimientos.

Esto quiere decir que las habilidades para la vida son la capacidad que tiene el ser humano para enfrentar diversas situaciones que puede afrontar a lo largo de su vida de una manera más aceptable.





Teorías en las que se basan las habilidades para la vida
Hay diversas teorías en las que se basa el enfoque de habilidades para la vida:
1. Teoría del aprendizaje social, desarrollada por Bandura. Resalta la importancia de la observación del comportamiento humano, la interrelación que existe entre el individuo y su entorno, favorece la consolidación o rechazo de determinados comportamientos. Introduce el concepto de autoeficacia, como la autopercepción de la capacidad que tiene una persona para afrontar sus retos cotidianos. Las personas aprenden qué hacer y cómo actuar observando a los demás. Las conductas se refuerzan por las consecuencias positivas o negativas que aprecian. Además, la fijación de conductas puede ser reforzada por medio de ensayos: “cuando las personas ensayan mentalmente o realmente ejecutan patrones de respuesta modelada, hay menos probabilidades de que los olviden, que cuando ni piensan sobre ellos ni practican lo que han visto” (Bandura). La teoría del aprendizaje social explica porque las técnicas interactivas son importantes.
2. Teoría de la influencia social desarrollada por Evans a partir de los trabajos de Bandura. Destaca la importancia de las presiones sociales (como la presión del grupo de iguales, de los modelos sociales, de la publicidad, de la familia) en la conducta humana. Enseñar a los jóvenes y adultos a controlar esas fuentes de presión, a descodificarlas críticamente y afrontarlas de manera positiva son algunas de las aportaciones de esta teoría.
3. Teoría de las inteligencias múltiples. Las ultimas investigaciones en el ámbito de la psicología han demostrado que la inteligencia humana es una dimensión más compleja que el mero cociente intelectual. Howard Gardner formuló la teoría de las inteligencias múltiples, que incluye entre otras, competencias relacionadas con la inteligencia social y la inteligencia emocional. Plantea la importancia de utilizar diferentes métodos de enseñanza que puedan ser de carácter vivencial, para aprender el manejo de situaciones y de emociones.
4. Teoría constructivista. Destaca el papel de las interacciones sociales en el desarrollo del estilo cognitivo del sujeto. Las personas van reformulando sus conceptos ante la llegada de nuevo material y construyendo un nuevo conocimiento. Plantea la necesidad de que los aprendizajes resulten significativos para la persona que aprende.

Clasificación de las habilidades para la vida:

Habilidades Sociales: Las cuales se pueden desarrollar en:

1. Habilidades de comunicación.
2. Habilidades de negociación.
3. Habilidades asertivas.
4. Habilidades de cooperación.
5. Empatia y toma de decisiones.

Habilidades cognitivas: Las cuales se desenvuelven en:

1. Habilidades de toma de decisiones/solución de problemas
2. Comprensión de las consecuencias de las acciones
3. Determinación de soluciones alternativas para los problemas
4. Habilidades de pensamiento crítico
5. Análisis de la influencia de sus pares y de los medios de comunicación
6. Análisis de las propias percepciones de las normas y creencias sociales
7. Autoevaluación y clarificación de valores.

Habilidades Emocionales:

1. Control del estrés
2. Control de sentimientos
3. Habilidades para aumentar el locus de control interno.

10 Habilidades para la vida:

1. Autoconocimiento
2. Empatía
3. Comunicación asertiva
4. Relaciones interpersonales
5. Toma de decisiones
6. Solución de problemas y conflictos
7. Pensamiento creativo
8. Pensamiento crítico
9. Manejo de emociones y sentimientos
10. Manejo de tensiones y estrés.

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